¡TRISTE REALIDAD! MCM: "Con Maduro en el poder no se cuentan las horas, sino los muertos"
Por
NotiCensura
:
lunes, octubre 31, 2016
María Corina Machado coordinadora de Vente Venezuela, destacó que la instalación de la mesa de diálogo entre la Mesa de la Unidad Democrática y los representantes del gobierno venezolano puede ser productiva, siempre y cuando el presidente Nicolás Maduro esté dispuesto a hacerse a un lado y permitir una transición democrática
¿La mediación del Papa, a través del Estado Vaticano, servirá para algo?
Agradecemos
los esfuerzos del santo padre, pero recordamos: en el pasado los
venezolanos ya hemos tenido terribles llamados a diálogos con Chávez y
después con Maduro, que solo desembocaron en traición a los acuerdos y
en darle más tiempo al régimen por la vía de la desarticulación de la
protesta y de la presión internacional.
¿En esta situación de Venezuela, cuál puede ser el propósito de un diálogo?
El
diálogo que sea productivo tiene que partir de que solo tiene un
propósito, y es la salida de Maduro. Y debe contar con mediadores
confiables para la sociedad. Yo les pregunto: ¿puede el señor Ernesto
Samper, de Colombia, generar alguna credibilidad en la población
venezolana? ¿O el señor José Luis Rodríguez Zapatero, quien
reiteradamente ha dicho aquí en Venezuela que puede o no haber referendo
revocatorio, que eso no importa?
Cualquier
diálogo que se lleve adelante en esta transición en Venezuela debe como
mínimo incluir al secretario general de la Organización de Estados
Americanos y a otras personas de la comunidad internacional que estén
más allá de cualquier duda acerca de su intención.
¿En quién más confiaría la oposición venezolana para el diálogo?
El
ex presidente Óscar Arias, el ex presidente Lagos, Felipe González,
Andrés Pastrana, Tuto Quiroga, Laura Chinchilla, es decir, hay
suficientes personas que generan confianza en la sociedad venezolana, en
su condición de mediadores.
Y en
cuanto a quienes van en nombre de las fuerzas democráticas, estas deben
ampliarse a representantes legítimos de toda la sociedad, como los
estudiantes, las universidades, muchos sectores de la sociedad civil.
La
confrontación en Venezuela sube y sube. Para el día 3 de noviembre se
planea la quizás más grande marcha de las que hemos visto contra Maduro.
¿Esa rebeldía de la oposición es irreversible?
La
confrontación es la demostración de la dictadura que existe en
Venezuela, a partir del bloqueo definitivo de la vía institucional del
referendo revocatorio. Ya por eso nadie duda en calificar el régimen de
Maduro como dictador. Esas marchas son un testimonio ciudadano de una
profundidad y de una convicción que, yo te digo, es indetenible. Pero
además, hay la plena conciencia de la urgencia de evitar la muerte.
¿Cómo así?
Con
la permanencia de Maduro en el poder, cada día ya no se cuentan horas,
sino muertos. Literalmente, los muertos. Se nos están muriendo los bebés
de difteria, María Isabel, algo que se había erradicado hace 25 años...
Y que simplemente se resuelve con la triple, una vacuna que existe
desde la Segunda Guerra Mundial. Pero no solamente desde la perspectiva
digamos humanitaria o ética, es desde una perspectiva política, fría,
pragmática como el régimen utiliza el tiempo a su favor. Cada día que
pasa cierra medios, encarcela periodistas, aumenta la represión, cierra
empresas, obliga a venezolanos a dejar el país, asesina, asesina.
Entonces,
nosotros hoy tenemos los argumentos, dentro y fuera del país para
avanzar en un proceso que obligue a Maduro y a su régimen a aceptar que
deben ponerse a un lado y facilitar una transición democrática, una
transición constitucional.
¿Qué papel debería jugar Estados Unidos?
Como
principal influencia en el hemisferio, es hacer respetar los propios
acuerdos suscritos en el marco de la Organización de Estados Americanos,
y me refiero a la Carta Democrática Interamericana. Ya se inició el
proceso de activación, ante la evidencia de que se ha producido una
ruptura total del orden constitucional en Venezuela, y por lo tanto es
hora de que se apliquen de manera firme y clara los términos de la
misma.
¿Qué esperan ustedes de Colombia?
Mucho más. La paz sostenible de Colombia pasa por una democracia en Venezuela.
Colombia no parece interesada en ser la más firme defensora de la democracia venezolana...
Frente
a Colombia quizás he sido yo una de las personas que durante años ha
demandado posiciones claras de la comunidad internacional. Desde luego,
tuvo que preceder el cambio en las posiciones ideológicas de los
principales países de la región, como Argentina, Brasil y Perú.
También
por razones económicas, la debacle financiera de Venezuela impide que
las “petrochequeras” sigan comprando solidaridades. Pero también hay una
razón. Creo que la forma como se ha develado la naturaleza del Estado
mafioso venezolano, los vínculos que tiene el régimen con el crimen
organizado, el narcotráfico, el lavado de dólares, hace que muchos de
estos gobiernos que podrían haber tenido posiciones de indiferencia o de
distancia pues estén asumiendo posiciones más firmes.
Este
fin de semana se reunió en Cartagena la Cumbre Iberoamericana. Ganó la
Canciller colombiana. Ni un renglón en el comunicado final sobre la
crisis de Venezuela...
Es
insólito que no haya habido un pronunciamiento sobre el tema central que
debe atraer la preocupación y la ocupación de todos los jefes centrales
del hemisferio. Solo el planteamiento del presidente del Perú fue claro
en esa dirección. Los venezolanos lo agradecemos.
Los
jefes de Estado tienen que tener muy presente que darle más tiempo a
Maduro es entregarle más vidas, más vidas reales, irreparables, de los
venezolanos, y crear unas condiciones de aumento de presión social que
pueden desembocar en escenarios terribles no solo para Venezuela, sino
para la región.
Me pregunto si la
confusión que ha generado la intervención del Vaticano, en un diálogo
que no ha comenzado, fue uno de los elementos de que esa resolución de
Cartagena no se produjera tan clara como la esperábamos. De la cumbre
habríamos esperado los venezolanos un pronunciamiento firme, inequívoco,
acerca de la ruptura del orden constitucional en Venezuela, y el
respeto a las decisiones que está llevando adelante a esta hora la
Asamblea Nacional.
¿En qué
está hoy la Asamblea venezolana? ¿Está en ejercicio de sus plenos
poderes? ¿Destituida por un régimen dictatorial? ¿Ejerce sus funciones o
nadie le obedece?
Ni
siquiera tiene servicio eléctrico: en el momento de esta entrevista se
lo han cortado tres veces. Es decir, cuando Nicolás Maduro amenaza con
que va a disolver la Asamblea, de hecho, el Ejecutivo y el Poder
Judicial ya han aniquilado a la Asamblea con todas sus potestades.
No
hay una sola ley que esté en vigencia que haya sido aprobada por esta
Asamblea Nacional. No hay un solo funcionario que haya atendido la
invitación o el llamado, que es obligatorio, para una interpelación
frente al Congreso. No ha habido ni siquiera el cumplimiento del voto de
censura. Y, peor aún, hace ya unos días se le arrebató –esto es
inconcebible– la potestad al Parlamento de aprobar el presupuesto.
La
Asamblea ha sido simplemente desconocida, anulada, inclusive por la
Sala Constitucional que está integrada por magistrados que fueron
nombrados horas antes de la instalación de esta nueva Asamblea, violando
todo el proceso constitucional. Es decir, unos magistrados cuyas
decisiones son totalmente ilegítimas.
Vimos imágenes del recinto sagrado de la Asamblea venezolana siendo asaltado por hombres armados...
Los
diputados son agredidos y amenazados diariamente. Qué tal que en el
Congreso colombiano sucediera lo mismo: que personas armadas ingresen al
Congreso, en plena sesión, agredan a sus miembros. ¿Y que finalmente
quede al descubierto que estaban comandados nada más ni nada menos que
por el alcalde de Caracas y por el llamado jefe de la cúpula
cívico-militar, o de la junta cívico-militar, o del comando
cívico-militar de la revolución, Jorge Rodríguez, persona que además el
régimen escoge menos de 24 horas después para ser su vocero, llamando a
un supuesto diálogo? Entonces estamos hablando de una Asamblea Nacional
que está rodeada, asfixiada.
Pero ¿qué sigue en adelante?
A
esta hora está llevando adelante el cumplimiento de la Constitución y
de su labor, y por lo tanto tiene el respaldo de la sociedad venezolana,
que es avanzar por una ruta constitucional, porque si bien cerraron la
vía institucional del referendo revocatorio, yo quiero ser muy firme
aquí: existen otros mecanismos igualmente democráticos, igualmente
constitucionales, que permiten hacer valer el mandato del 6 de
diciembre, que fue el cambio de régimen este año, en los plazos que la
sociedad exigió.
Todo esto tiene un jugador fundamental en Venezuela, y totalmente impredecible, que es el Ejército. ¿En qué está?
Desde
que Chávez llegó al poder, y precisamente porque venía de su seno,
tenía muy claro que una Fuerza Armada institucional y profesional jamás
habría permitido la instalación de un régimen totalitario, tutelado por
el castrocomunismo y que hubiese entregado la soberanía nacional de una
manera tan cruel.
Es decir, no
solamente nuestras fronteras: estoy hablando de la presencia de la
guerrilla y de otros grupos irregulares en el corazón de Venezuela. Hay
vastas extensiones del territorio nacional en las cuales las fuerzas
armadas no pueden ni siquiera hacer presencia. Las sacaron con
mecanismos perversos, destrucción del mérito, la ideologización,
corrupción de columnas instauradas para generar la desmoralización de
las Fuerzas Armadas.
Distinto de su cúpula, ¿cómo la están pasando realmente los cuerpos militares en Venezuela?
Es
pésimo el estado del apresto militar, tanto en equipamiento como en
entrenamiento, salarios y dotación humana. Tenemos militares en los
cuarteles, soldados que están pésimamente uniformados, alimentados y que
no pueden mantener dignamente a su familia. Enfrentan delincuentes y
grupos delictivos que están mejor armados que ellos. Ya han asesinado
más de 200 efectivos militares en lo que va del año, para robarles sus
armas, es decir, una cosa brutal lo que está viviendo la Fuerza Armada.
¿Y el ministro de Defensa?
En
las últimas horas, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López,
ignorando la Constitución, se dirige de manera amenazante al país,
vestido de campaña, con una foto de Chávez y gritando “patria socialista
y chavista”, con la Constitución en la mano, cuando nuestra
Constitución establece que la Fuerza Armada se debe exclusivamente a la
Nación y jamás a un proyecto particular o político alguno.
¿Se puede confiar en alguien allá?
Confío
en la reserva moral que existe en oficiales, soldados, Guardia
Nacional. Y sé que la última alocución, del día martes, del general
Padrino López generó profundo rechazo en el seno de la inmensa mayoría
de nuestra institución militar. Tendrán que atender a su conciencia, a
su juramento, y estarán del lado de la Constitución, porque ese es su
deber: cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional.
Mientras tanto, la emigración venezolana sigue avanzando...
Lo
que está ocurriendo en términos de emigración de venezolanos a
Colombia, a las islas e incluso a Brasil, es tristísimo. Se habla de más
de 45.000 venezolanos en condiciones paupérrimas en Boa Vista. Algunos
deambulan en la más extrema pobreza, realmente es una situación humana
insostenible.
María Corina, ¿estás pesimista u optimista?
Si
algo tenemos que reconocer es la admirable fuerza que ha tenido la
sociedad venezolana, aquellos incluso que han tenido que dejar, en
contra de su voluntad, su país; miles y miles de personas que están en
Colombia, en Estados Unidos, en Europa, y que desde donde están han sido
nuestras voces. Y desde luego, los venezolanos, que, aun estando
sometidos a la supervivencia, han salido con esa fuerza a la calle.
Son
tiempos de hambre, hambre de alimentos, pero también hambre de
justicia, de dignidad, de libertad. Por eso esto no lo detiene nadie.
Los venezolanos, a fuerza y a punta de convicción y de energía y
valentía, ya habíamos derrocado una dictadura en el 58. Y es ese
espíritu el que hoy nos infunde, pero eso sí, con una diferencia: esta
sí será la última, está sí será la última.
Esperamos
todos, de verdad, los demócratas del continente, y hablo por los
colombianos demócratas, que somos muchos, estar ahí al lado,
apoyándolos; aquí tienen un país que de verdad sufre con ustedes y que
vive con ustedes esta situación, y aspira profundamente a salir de esta
horrible noche lo más pronto que se pueda...
No,
María Isabel, te digo, lo del día de ayer (miércoles): más de 150
detenidos, más de 200 heridos, casi asesinan al pobre padre Palmar; yo
hablé con él ayer en Maracaibo, le cayeron a palo a un sacerdote que
estaba en la marcha, después lo siguieron hasta el hospital y casi lo
terminan de rematar allí grupos violentos paramilitares ordenados por el
gobernador.
¿Y cómo has hecho tú, cómo has hecho tú?
Bueno,
yo digo que a mí me cuida la gente en estos recorridos por el país,
pero me amenazan todos los días, todos los días, todos los días. ¿Tú
puedes creer que el vicepresidente Aristóbulo Istúriz la semana
antepasada retuiteó a su director general de la Vicepresidencia diciendo
que me tenían ya lista por criminal y me insultan y tal, ‘esta es la
celda, ya te tenemos la celda lista’? ¡El Vicepresidente de la
República, chica!
No, no, no...
Esos tipos no tienen límite. Pero vamos para adelante, vamos para adelante; y las mujeres, en primera fila.
Cerrando esta entrevista, se dice que sin el partido de Leopoldo López comienza el diálogo en Venezuela. ¿Qué significa esto?
Creemos
en una negociación genuina, pero solo para lograr la transición este
año. Ello requiere mediadores confiables y representantes legítimos.
Este no es el caso.
¿El vaticano no es el caso?
Exigimos la participación de un representante de la OEA entre los mediadores.
FUENTE
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