Caribes de Anzoátegui se coronó en el quinto juego.

Valencia.- Con la misma moneda pagó Caribes de Anzoátegui la derrota en la final pasada ante los Navegantes del Magallanes. Fue en el quinto juego y en la casa contraria, una copia.

Los escenarios y alguno que otro protagonista cambiaron; pero la tribu oriental demostró, desde el comienzo del torneo 2014-2015, que se preparó con convicción para ser el nuevo campeón de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

Fue una intensa batalla en el terreno. Puede que el score de 8-3 haya sido muy amplio para lo que se vivió en el estadio José Bernardo Pérez, pero en los ocho primeros episodios ninguno podía descartar al otro.

Caribes amarró su segunda corona cuando fabricó cuatro rayitas en el inicio del noveno, dos producidas por un jonrón de José Gil frente a Hassan Pena. Antes, la ventaja definitiva la obtuvieron cuando el emergente Alexi Amarista -quien no llegó para el inicio de este quinto juego- conectó un doble que puso la pizarra 4-3 en un lucrativo séptimo capítulo para los aborigenes.

"Cuando Orlando Arcia estaba bateando con tres en base y dos outs (en el quinto inning) Rouglas Odor me dice 'saca a Amarista' y le dije, no, no porque va a venir un turno más importante", contó el manager ganador Omar López entre la algarabía de la celebración.

"(Odor) me dice 'si todos los turnos son importantes, Omar'. Yo le dije, 'papá, tengo el feeling, espérate que va a venir el turno importante' y así fue. Espérate que Carlos García va a montar a un zurdo, lo trajimos y esa fue la clave del juego".

Los Navegantes tuvieron una pequeña ilusión cuando pudieron sacar al abridor Amílcar Gaxiola en el inicio del tercero. También fueron capaces de acabar con el empate a uno, al hacer un par de anotaciones en el quinto, que parecían inmensas. Por su parte, Chris Leroux -el abridor bucanero- hacía el trabajo.

Solo que el juego tiene 27 outs y el camión de leña de Anzoátegui se prendió en el tercio final del compromiso.

El último out, un ponche de Pedro Rodríguez a Josmil Pinto, desató la euforia de Caribes que tenía un nudo en la garganta y necesitó de exactamente un año para librarse de él.

Los nuevos monarcas viajan a Puerto La Cruz para celebrar con su gente un nuevo cetro, el segundo en cinco años.

FUENTE El Universal